Era el verano de 1982 en California y Van Halen, quien se encontraba de vacaciones descansando en su casa de Los Ángeles, recibe una llamada inesperada: el productor Quincey Jones lo invita a grabar un solo para una canción del nuevo álbum de Michael Jackson "Thriller". Luego de negarse, Jones insiste y logra convencer al guitarrista para que se sume al proyecto.
El productor le pide a Eddie Van Halen que grabe el solo del tema "Beat it" incluido en el nuevo disco de Michael Jackson.
Al principio Eddie rechaza la propuesta porque tenía un pacto con el resto de los miembros de su banda de no participar en otros proyectos solistas o con otros artistas. Pero Quincey insistió diciendo que estaban preparando un álbum histórico que salvaría a la industria musical, con canciones épicas.
Van Halen aceptó a regañadientes ante la insistencia del productor pero con 3 condiciones:
-Que no figure su nombre en los créditos del disco.
-No cobraría por el trabajo, lo hacía simplemente para ayudar a Jones
-Que al momento de grabar hubiese mucha cerveza.
La primera sorpresa que se llevó Eddie al llegar al estudio principal fue encontrarse con Steven Spielberg, Quincey Jones y Michael Jackson, quienes estaban produciendo la música de la película E.T
Eddie se dirige al estudio B para grabar su parte pero rechaza inmediatamente la base sobre la cual prepararía su participación, por considerarla muy estática para un solo creativo.
Van Halen modifica toda la estructura de la canción y luego graba su parte sobre esta nueva versión. Toda la sesión de grabación le tomó solo 30 minutos y durante la misma sucedió algo increíble: explotaron y se incendiaron los monitores que usaron para grabar. ¡Sin dudas, ya se anticipaba que se trataba de un solo de otro mundo!
Eddie pensó que estos cambios no serían del agrado de Michael, pero sucedió todo lo contrario: ¡le encantó!. De modo que la versión finalmente grabada y conocida es la que contiene los arreglos del guitarrista.
Lo que sucedió después es historia: Thriller se convierte en el disco más vendido y llevó a Michael Jackson a convertirse en una mega estrella del pop.
El guitarrista siempre se mostró agradecido con el artista y no dudó en valorar su calidad como músico: "Era un genio musical y muy profesional, un verdadero encanto", recordó el propio Van Halen tiempo después.
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